domingo, 28 de octubre de 2012

Detrás del invierno, al otro lado del muro de hielo
Crece una flor extraña que solo sale la ven los seres rotos.
Y al sur, vuelve el camino del destierro al Edén
Llevando flores sobre el luto de las verbenas.
Otro lunes de cenizas incandescentes,
De miradas oscuras, y calor de tristeza.
Como una caricia suave de una ola en el mar
El recuerdo se desvanece sobre la arena,
Guardando tus pupilas en u
n verso escrito en el agua.
Caen del cielo suspiros, y un adiós inminente
Que tirita de frío cuando cruza la esquina.
Los locos, abrieron portales de paz y calma
Sobre este lecho de rosas y tulipanes escritos.
Y creceré contigo, aprenderé a ser como el olivo

Que echa ramas en la cuneta, y vuela firme, rozando el cielo.

viernes, 5 de octubre de 2012


Resto el final del cuento
A las horas que pasas a mi lado.
Llueve sobre el cemento
Y aún cantan los pájaros.
Aquí erca de la llamada
Escriben profetas
Lugares de duda.
Se desvanece el trigo en el campo
Cuando el hielo cae en la penumbra.
Siento el vacío de los días
Hundirse en él cuenta gotas
Y como si fuese agonía
No acude el llanto a mi boca.
Llevo el frío por bandera
En estos días de velas,
Las procesiones son largas
Caminando con pies descalzos
Esperando la larga llamada.
Ahora no sé dónde está el camino
No es un juego, ni es divertido
Saber que no hay futuro
Creo que me he perdido.
Y algunos dicen que hay tormenta
Que en la calle el resto
De juego de manos, se hunde con la pena.
Paseo esta noche viendo edificios,
Luces de farolas, y adoquines húmedos
Las cinco de la mañana, cierro el abrigo.
Parece que pierdo las creencias
Que rezo a un angel del cielo
Buscando una respuesta
Y no oigo suspiros
Cae una pluma de guerra.
Coches de policía en mitad de la noche
La lluvia te quema
El agua cógela
Vuelve el invierno
Rompiendo las cremalleras.
Te quiero, no estoy enamorado
Como un punzón de barro
Agotando el silencio
A veces veo inertes
El alma de tus besos.
En  fin, quiero irme a la cama
Saltando unos renglones
Volviendo a los colores
De sueños, que vuelan tras la ventana.
Y la luna brilla en duelo
Con su vestido negro
De gitana elegante
Baila sobre el mar, 
Canciones de desvelo.

domingo, 2 de septiembre de 2012


Se levanta al oído de las campanas
Y con la noche el cielo se pudre entre ojos
Ojos de verdes llamadas y locura.
Tengo miedo, se pierde el silencio en esta estampa negra
De alacrán y sombras paranoides.
Que no están frías sus manos si en las esquinas aúlla.
Llora su presencia al margen de las amapolas
De los olivos que crecen, bajo jaulas.
Y las sabanas de los hombres muertos entristecen esta sala oscura
Esta sala de televisores con malas noticias.
“La humanidad está enferma”
Y entre humo, cañas de juncos, y ambulancias
Mataron al rostro con las manos manchadas de sangre.
Llorare, porque todo termina, porque no somos una plaga
La plaga es lo que nos han enseñado a ser.
¿Es que acaso ya no queda cariño, ni caricias, ni amor,
Ni besos, ni ternura, ni amigos, ni sed, ni risa
Ni luz de estrellas, ni ángeles, ni flores,
Ni sol, ni campo, ni cielos limpios, ni claridad?
Mentira, no me creo nada, a mi déjame en paz
Prefiero la paz de este campo de trigo
Y el ensueño de mi fantasía crónica recurrente.
Te preguntas porque doy golpecitos a la mesa
Tranquilo, sin miedo, a la gente no le importa.
No hay nada en las aceras campantes
Y los textos que el profesor dictaba no son más que cuentos
Que atan cabos sobre la faz de esta pena.

miércoles, 22 de agosto de 2012


              
Te veo tan lejos
Que mi corazón se vuelca en el desierto.
Anoche recordé tu brisa de llanto alegre
Tu canto de sirena virgen.
Pierdo los cristales por espinas
De agua y rocío en las sienes.
Me vuelvo vacío, sordo, estampado.
Revienta el silencio de Septiembre
Que trae de vuelta exámenes y escritorios iluminados.
Supimos abrazarnos con cariño
Teniendo miedo al verano de las despedidas.
Hoy comienzan a caerse las hojas
Y le calle vierte de viento colores amarillos de otoño.
Es tan amargo el sabor de los días
Cuando no guardo un cajón con recuerdos.
Quizás demasiada Serotonina
Trajo consigo nubes negras de deseo.
Los pupitres del colegio sin niños,
Vuelvo a mirar el cristal
Y tras el cristal la lluvia en la calle.
Otro día de paraísos grises
Con sangre ardiendo en el suelo de los pasos de cebra.
Baja conmigo al bar tocan los ases del misterio
Y de noche volvamos a ser borrachos, polvo tras la marquesina
Y amaneceres con jerséis de lana entre abrazos
                                                           Y gemidos.

lunes, 13 de agosto de 2012


Las sonrisas volaron en el aire

Dejando escapar pájaros de agua,

Llevando consigo trajes extraños

Y horas muertas en medio de las calles y papeles al surco del viento.

Donde antes miraban dos extraños nidos de golondrinas en el tejado,

Ahora crece un árbol de inmensas ramas

Que extiende sus brazos por el cielo tocando las nubes

Y como una explosión de gaviotas

 El estruendo del aleteo mata las voces de toda una ciudad

Y hunde su tronco sobre una plataforma.

Ahora escalamos hacia lo más alto sin ver siquiera

Si llegaremos a rozar las nubes,

Y lo sabemos mientras nos miramos y miramos hacia el suelo

Que todos somos más árbol que gritos y gente y ruido

Y trabajo, y lunes, y jefes, y rabia.

martes, 7 de agosto de 2012


Llovió en el paraíso
Gotas de plata entre la gente.
Se puso el sol
Y todos son diferentes.
Salen de las sombras
Seres de otro color
Si abres la puerta
Entrarás a la séptima dimensión.
La séptima dimensión.


Colgado de un cordel negro,
El mundo se desmorona.
De noche miro el cielo
Y sueño la luna de Europa.

 La veo cruzar la calle,
Con mochila y pasos lentos,
La noche atrapa todo
Y me mira un momento.
De pronto las farolas se van,
Y siento como el cielo
Se echa sobre la ciudad
Se echa sobre la ciudad.


Colgado de un cordel negro,
El mundo se desmorona.
De noche miro el cielo
Y sueño la luna de Europa.

Y las sombras
Inundaron las calles de negro.
Entre la nada brilla,
La luz de un mechero.
 Veo tus dos ojos verdes
Entre este abismo
Y lucen gotas de agua
En el centro de nuestro limbo
El centro de nuestro limbo.

domingo, 5 de agosto de 2012


Sé que hay días de carretera esperando al sur de señales con límite de velocidad
Lugares, gentes, caminos por recorrer.
Sé que en cualquier club de carretera las estrellas iluminan un parking,
Y reflejos rosas parpadean sobre los cristales de un camión.
 Sé que no es el fin nunca, sino un principio,
Que he estado loco mil veces dentro de la noche.
Sé que tanto mundo pasando ante tus ojos es solamente una película rara.
Sé que no les gusta que vaya a mi bola y tenga la maleta
Preparada para largarme.
Sé que desaparecer es de cobardes
Y que cobardes son los que pintan poesías en las puertas de las ciudades.
Llueve en esta ciudad de hierro oxidado
Y vías de tren, y un hombre al paso de las gotas de agua
Espera en la estación, un hombre de gabardina negra y sombrero
Que mira el reloj, y escucha las taxis y coches salpicar agua,
Y al entrar en la cafetería huele a tostadas y cafés cortados.
Mientras en la carretera el cielo azul y campos de trigo
Juegan a tejer horas de libertad y ruedas pisando el asfalto.
Yo elijo no tener más camino que el de las ruedas del coche,
Y desaparecer lejos del mar si te vienes, cuenta conmigo. 

martes, 31 de julio de 2012


Hay días que vas por la calle
Sientes que el sol esta frío.
Y en pleno verano, al final
Ves que es cosa de uno mismo.
No encuentro respuesta a la carta
Que guardaste en mi bolsillo
Si sabes que ir sobre ascuas.
A veces no es nada sencillo.
En vela a contra corriente
Naufragué una noche de agosto
Y perdí cada recuerdo
Que dio cuerda a tu rostro.
Mi vida no quiero perdones
Ni lutos en la tormenta
Quiero que no me abandones
Cuando me manden ir a la guerra.

martes, 17 de julio de 2012


Lo llevamos clavado como una honda de frio.
En medio, este infierno de retratos sin rostro.
Y hoy no me apetece nada, solo en esta casa de madera
Que habla en la pared palabras de demonios,
Que corren por la llanura del lobo y el conejo negro.
Las velas se encienden, y a la orilla del mar
Se vuelve la sangre adentro ocultando lugares azules.
No quiero ser el que guarda una bola de fieltro en la garganta
Y se detiene en busca del naufrago perdido.
La corriente alterna y da salida a dos lugares distintos
En uno estás tú guardando la llave de toda una vida junto a las flores.
En otra está la bajada a los infiernos y universos de cemento y televisores.
Solamente crece algo en medio de este fango rojizo
Un árbol floreciente de verano, con las ramas y colores de almendros
Que cura la tierra seca, y el vapor de gases nauseabundos.
Y allí camino lentamente al jardín de los paraísos perdidos,
Sin saber la ruta ni la dirección. Como el que ve un sueño sin sentido.

jueves, 12 de julio de 2012


Preciso encontrar la caída
Antes de volver atrás.
Y recuperarse del pasado,
Nunca fue tarea del llanto.

Y a veces nos sentimos tan culpables
Siendo jugadores de segunda división.
Solamente unos acordes,
Una melodía, un verso, una canción.

Y la madrugada y sus raíces.
Espero impaciente tu llamada
Y me entra el bajón,  pensando
Que quizás no quieras verme.

Y vuelvo a coger la guitarra
Abriendo paso a la fuerza,
Declarando guerras, miserias,
Y algún triunfo de vez en cuando.


Se cierra la herida y sale una canción
Algunas curan y otras desnudan.
Y pensar que hay límites cerrando puertas
Nos da fuerzas para abrirnos la cabeza.


miércoles, 27 de junio de 2012


Los lunes solían ser mentira
Cuando el amanecer
Tocaba la punta de los dedos.
Y el reflejo de tu sonrisa
Quedó grabado en el casette.

Señalamos un segundo
Antes de rozar la piel.
Antes de que volviese el verano
A las  habitaciones desordenadas.

A la orilla de la carretera
Vimos la última vez
La casualidad encerrada en la suerte,
Y escapamos del humo
Entre las hogueras y el asiento trasero de un coche.

Poner fin a un lugar contracorriente
De ruinas y ceniza.
Cayendo en espiral por el timbre
Que sonó al llegar tu risa.

jueves, 24 de mayo de 2012


He roto mil y una veces los cristales que no quiero
Y he sacado de las sombras bultos de luz
Que encendieron noches sin luna,
Noches negras de petróleo y sal.
Vendí por cien la nada del poema frío
En un cálido amanecer de agosto
Y supe esperar como el que anda sin destino,
El tiempo cruel y tormenta.
Pero hoy, esta noche, armado por la ira
De un mundo que no es mundo.
Me vuelvo y escupo sobre las pegatinas
Que un día nos plasmaron en la frente.
Y con las armas preparadas al vuelo,
Me dirijo a la batalla, solitario
En el corcel sin montadura como
Don Quijote embistiendo contra el molino.
Llevo ya diez tardes caído en el inframundo, y hoy,
Hoy espero el amanecer, el canto del gallo al despuntar el alba
Porque sé que no esperaré solo,
Que alguien verá, que también es su batalla.

martes, 15 de mayo de 2012


De pronto a las luciérnagas
Ya nadie las pisa en calles negras.
Ya lo vi cuando el tiempo
Dejo libre a la primavera
Y las hojas de los árboles pudieron caer libres
Porque les dio la gana estrellarse contra el suelo
Y las noches de verano
Supieron como agacharse
A echarlas una mano.
Y lo sentí de verdad
Como todo esto cambia
Como las voces que hablaban de más
Ahora y siempre estaban condenadas.
Y como aquellos que estuvieron en silencio
Por el miedo a la realidad,
Pudieron hablar y gritar muy alto
Sin que nadie, apagase su libertad.
Y la ruina que tanta pena causaba
Se convirtió en canción
Y las sombras que tanto acechaban
No tuvieron miedo de salir a la luz del sol.
Y hoy es que me da la gana
De permitirme no ser quien quiera yo.

domingo, 13 de mayo de 2012


Y después de tanto,
Llevaré los ojos vendados
En este trecho por andar
 Y los ojos, muy bien cerrados,
Sabré soñar sin zapatos,
Sin fronteras, sin mecanismos
Sin poner los pies en mí sitio.
Romper el rumbo en las velas,
Perdiendo la ruta que me queda,
Volando hacia cualquier lugar.

Y estas perdida entre la maleza
Te veo bañándote en el agua
Desnuda como las ninfas,
Al sol, enseñando a mirar.

Y las noches oscuras ya se van
Ya se van, porque con vosotros
Siempre tengo con quien hablar.
Y es que en este bar si cierran
Alumbramos la mesa con velas.
Y es que si cierran
Alumbramos la noche con velas.

¿Dónde estás? Ven que no te encuentro
Vayamos a otro lugar.
De verdad,
Que la lluvia moja nuestros corazones
Como dos bichos mojados.
Y es que la fiesta no puede parar,
Y tras el vino, vino la otra botella.
Y contigo, contigo se fue la noche
Se fue la noche y siguió de mañana.