miércoles, 27 de junio de 2012


Los lunes solían ser mentira
Cuando el amanecer
Tocaba la punta de los dedos.
Y el reflejo de tu sonrisa
Quedó grabado en el casette.

Señalamos un segundo
Antes de rozar la piel.
Antes de que volviese el verano
A las  habitaciones desordenadas.

A la orilla de la carretera
Vimos la última vez
La casualidad encerrada en la suerte,
Y escapamos del humo
Entre las hogueras y el asiento trasero de un coche.

Poner fin a un lugar contracorriente
De ruinas y ceniza.
Cayendo en espiral por el timbre
Que sonó al llegar tu risa.