Te veo
tan lejos
Que mi
corazón se vuelca en el desierto.
Anoche
recordé tu brisa de llanto alegre
Tu
canto de sirena virgen.
Pierdo
los cristales por espinas
De agua
y rocío en las sienes.
Me
vuelvo vacío, sordo, estampado.
Revienta
el silencio de Septiembre
Que
trae de vuelta exámenes y escritorios iluminados.
Supimos
abrazarnos con cariño
Teniendo
miedo al verano de las despedidas.
Hoy
comienzan a caerse las hojas
Y le
calle vierte de viento colores amarillos de otoño.
Es tan
amargo el sabor de los días
Cuando
no guardo un cajón con recuerdos.
Quizás
demasiada Serotonina
Trajo
consigo nubes negras de deseo.
Los
pupitres del colegio sin niños,
Vuelvo
a mirar el cristal
Y tras
el cristal la lluvia en la calle.
Otro
día de paraísos grises
Con sangre
ardiendo en el suelo de los pasos de cebra.
Baja
conmigo al bar tocan los ases del misterio
Y de
noche volvamos a ser borrachos, polvo tras la marquesina
Y
amaneceres con jerséis de lana entre abrazos
Y gemidos.