Se
levanta al oído de las campanas
Y con
la noche el cielo se pudre entre ojos
Ojos de
verdes llamadas y locura.
Tengo
miedo, se pierde el silencio en esta estampa negra
De alacrán
y sombras paranoides.
Que no están
frías sus manos si en las esquinas aúlla.
Llora
su presencia al margen de las amapolas
De los
olivos que crecen, bajo jaulas.
Y las
sabanas de los hombres muertos entristecen esta sala oscura
Esta
sala de televisores con malas noticias.
“La
humanidad está enferma”
Y entre
humo, cañas de juncos, y ambulancias
Mataron
al rostro con las manos manchadas de sangre.
Llorare,
porque todo termina, porque no somos una plaga
La
plaga es lo que nos han enseñado a ser.
¿Es que
acaso ya no queda cariño, ni caricias, ni amor,
Ni
besos, ni ternura, ni amigos, ni sed, ni risa
Ni luz
de estrellas, ni ángeles, ni flores,
Ni sol,
ni campo, ni cielos limpios, ni claridad?
Mentira,
no me creo nada, a mi déjame en paz
Prefiero
la paz de este campo de trigo
Y el
ensueño de mi fantasía crónica recurrente.
Te
preguntas porque doy golpecitos a la mesa
Tranquilo,
sin miedo, a la gente no le importa.
No hay
nada en las aceras campantes
Y los
textos que el profesor dictaba no son más que cuentos
Que atan
cabos sobre la faz de esta pena.
Acabo leer lo del ejemplar del libro. Claro :) Hoy por hoy no es posible, pero en cuanto pueda te hago saber :)
ResponderEliminar¡Un saludo!