viernes, 5 de octubre de 2012


Resto el final del cuento
A las horas que pasas a mi lado.
Llueve sobre el cemento
Y aún cantan los pájaros.
Aquí erca de la llamada
Escriben profetas
Lugares de duda.
Se desvanece el trigo en el campo
Cuando el hielo cae en la penumbra.
Siento el vacío de los días
Hundirse en él cuenta gotas
Y como si fuese agonía
No acude el llanto a mi boca.
Llevo el frío por bandera
En estos días de velas,
Las procesiones son largas
Caminando con pies descalzos
Esperando la larga llamada.
Ahora no sé dónde está el camino
No es un juego, ni es divertido
Saber que no hay futuro
Creo que me he perdido.
Y algunos dicen que hay tormenta
Que en la calle el resto
De juego de manos, se hunde con la pena.
Paseo esta noche viendo edificios,
Luces de farolas, y adoquines húmedos
Las cinco de la mañana, cierro el abrigo.
Parece que pierdo las creencias
Que rezo a un angel del cielo
Buscando una respuesta
Y no oigo suspiros
Cae una pluma de guerra.
Coches de policía en mitad de la noche
La lluvia te quema
El agua cógela
Vuelve el invierno
Rompiendo las cremalleras.
Te quiero, no estoy enamorado
Como un punzón de barro
Agotando el silencio
A veces veo inertes
El alma de tus besos.
En  fin, quiero irme a la cama
Saltando unos renglones
Volviendo a los colores
De sueños, que vuelan tras la ventana.
Y la luna brilla en duelo
Con su vestido negro
De gitana elegante
Baila sobre el mar, 
Canciones de desvelo.

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